Wednesday, July 31, 2013

Tres Torres 2013 - Prologo

Najahuete, San Miguel, Planillas… más conocidos como las tres torres. Un reto personal, una meta colectiva. Que si llega antes, que quién hizo menos tiempo, que quién le gano a quién. Preguntas que para algunos tendrán algún valor, es la inercia propia del ser humano por comparar y compararse. No niego que es chido eso de ser el primero, de vencer, se los concedo a mis compañeros ciclistas que llegaron a la meta antes que muchos de nosotros. Yo, como lo comentaba con otro colega, me quedo con haberme demostrado de lo que estoy hecho y de qué soy capaz, independientemente de tiempos, listas y luces.
Querer describir esta gran experiencia de vida que uno vive durante no sólo ocho horas y fracción arriba de la bicicleta, y otras tantas en los preparativos, limpiando, engrasando la bicla el día anterior, en la somnolencia de la víspera de la travesía y, en esta ocasión, por ser parte del comité organizador, que desde meses antes estuvieron ideando, planeando, soñando con compartir sus experiencias, sus gozos, sus descubrimientos personales, sin más afán que ofrecernos a tantos otros el gusto de rodar por estos parajes que como el buen Hojas me dijo alguno vez: “la naturaleza ha estado construyendo este bosque, estos arroyos, estos senderos, desde hace miles de años, tan sólo para que nosotros podamos gozarlos en este día, en este momento”.

Ver a este grupo de conocidos que se han ido convirtiendo en amigos y cómplices para armar esta locura desde la nada y poder llegar a ser lo que ha sido esta edición del reto de las Tres Torres, me ha demostrado la valía de creer que podemos llegar a regresar ese poco a esta naturaleza que tanto nos da, a cada rodada. Por eso, en pocas palabras…


Najahuete, la Torre 2, es el inicio del reto, en donde uno parece oler la adrenalina de todos los que vamos rodando, primero a toda velocidad por la “congeladora” para luego atacar la primera trepada y ver como la serpiente de colores se convierte en varios escarabajos, conformados por grupos de ciclistas que van agrupándose inconscientemente, dándose el apoyo y motivándose todavía con los vítores y los gritos de la arrancada…








Luego el Cerro de San Miguel, base de la Torre tres, es difícil de convencer que nos conceda el triunfo de coronar su cima, el esfuerzo es mayúsculo y las fuerzas flaquean al ir subiendo por su cuesta, pero al final vamos llegando de uno en uno, de a dos, de a tres, en hilera, pero arremetiendo con la voluntad casi convertida en terquedad y orgullo por poder seguir adelante.









Finalmente Planillas, nombre genérico quizás, pero uno más contemporáneo y que en la cronología pudiera ser resultado de esos debates de inicios del siglo pasado con la revolución y la reforma agraria, en donde la repartición de tierras desmembró los cimientos de mi bosque, de nuestro bosque. Pero aun así, para llegar a Planillas y rascar la Torre uno, es necesario sacar fuerza de lugares que ni siquiera uno mismo conoce y es cuando nos descubrimos hablándole a nuestro propio ser, haciéndonos uno con nuestro espíritu y acompañar a nuestra alma mientras jalamos a nuestros músculos cansados, luego de ochenta y tantos kilómetros de recorrido y más de siete horas de constante pedaleo, muchos de ellos cuesta arriba.





Pero aquí vamos, y esta vez lo puedo decir con todo el gusto y el derecho… rodé las Tres Torres, y luego de rodar, estoy feliz.



Ro

Sunday, July 21, 2013

El reto que se acerca

 

Estamos a seis días de arrancar el reto. Rodar hacia las tres torres en el bosque la Primavera. No es competencia, ¿cuantas veces lo hemos dicho? Como parte de la preparación para esta edición me lance junto con otro par de amigos a la ruta hacia la Torre 3, por la ruta “larga”, es decir, tomar la bajada de las obsidianas. Esto de escribir un blog de las rodadas es mágico ¿saben? Al igual que lo es rodar y rodar, casi semana a semana por los mismos parajes, descubro que uno puede seguir escribiendo y describiendo sin realmente estar repitiendo lo mismo en cada entrega. Es increíble que aunque pasemos por los mismos senderos, haya tanto que compartir y tantas formas de describir un lugar cuando lo hacemos en momentos diferentes.

Haber recorrido ese sábado los sesenta y tantos kilómetros dentro del bosque, a través de los caminos de terracería, y una que otra brecha, generalmente en compañía de estos dos buenos amigos, compartir anécdotas una y otra vez, descubrir una nueva vista de ese mismo paraje en medio del bosque, es una experiencia que queda sostenida en el no-tiempo.

En momentos, rodamos solos aun yendo juntos. La separación de unos cuantos metros, una curva, una pendiente, nos hace que cada uno viaje al interior de sí mismos y saquemos energía, entereza, voluntad para continuar rodando a ese objetivo común. Y juntos gozamos el triunfo de los otros, y la hazaña de los tres. ¿Qué genial seria si así hiciéramos como sociedad el recorrido por este andar cotidiano no? No simplemente en buscar ganar más que el otro, o llevar agua a su molino para llegar primero a ningún lugar. Que diferente sería la ciudad si todos aceptáramos que hay un objetivo común de hacer de este un lugar mejor para vivir, y para dejarlo mejor de cómo lo recibimos.

Hay tanto por descubrir en este mundo, aún a la vuelta de la esquina de mi ciudad, tantos rincones que a veces pasamos de largo, que ahora quise capturar con la cámara un par de ellos; pasamos por uno de los dos arroyos naturales que se encuentran en lo más profundo del bosque, en la parte más baja del mismo (1,437msnm según el GPS de Marcos), y por ende de nuestro recorrido. Un punto simbólico, porque es donde inicia el regreso a las alturas, en donde volvemos a subir, y aunque tomaremos uno que otro descanso que la misma ruta provee, no dejamos de ganar altitud sino hasta llegar a la cima del cerro de San Miguel, la Torre 3. En esta ocasión a diferencia de otras nos tocó la compañía de una lluvia pertinaz pero tranquila, casual pero constante, susurraba con las hojas, seguramente acerca de esta tercia de locos que no se habían amilanado con verse mojados y que habían decidido surcar los húmedos senderos en aquel día. Yo creo que por eso nos trató bien, hasta pudiera decir que con cierto cariño y deferencia. Aceptaba nuestra presencia y honraba nuestro esfuerzo, tanto así que creo que le dio la razón a Charly y a Liz cuando le dijeron a Alex que rodar con lluvia es una experiencia chidísima…. Ya será Alex quien confirme si así le pareció, porque de mi parte ¡claro que sí! Fue una de las mejores rodadas que he tenido y miren que he tenido de esas, ¡muchas, muchas!

 

 


 

 
 
 
 
 
 

Listo estoy, cerramos la preparación y queda esperar el disfrute, de una vez más, rodar mi tierra como si no hubiera otra más.

Ro


 

Thursday, July 18, 2013

Breves de una mañana de asueto

Aprovechando este breve cambio en la rutina, dejando las tareas laborales oficinistas, me tome unas horas para desahogar mi carga de estres y a la vez ponerle un granito mas a mi preparacion para el reto de las 3 Torres...
Como cualquier famosillo de farandula, fue hasta el ultimo momento que decidi la ruta (pero si avise eh?, que conste). Tomamos, la green y yo, ruta por el camino ancho hacia San Isidro, en este interludio me tome unos segundos para traerles este par de tomas de la Torre 1, Planillas, si la encuentran ahí en la punta del cerro, es que tienen buena vista...











Siguiendo el camino, cruza uno las inmediaciones del single track de "Vampiros", aunque hoy me segui por el "camino ancho" para evitar cualquier eventualidad... y bueno, conocí ese par de kilómetros que no habia rodado nunca amerito otro par de fotos chidas, segun yo:


Y luego, por esta ruta, uno sale del bosque... ahí desde afuera tomé este par de fotos... ojalá que como yo, disfruten al menos, un poco como yo disfruté esos momentos. 












Sustanciosa rodada, disfrutando en compania del bosque, de una manada de vacas que me cedió el paso, algunas ardillas, un halconcillo que salió volando tan asustado como sorprendido lo ví yo, saludando a algunos camioneros que iban y venían por los caminos hacia Mazatepec...así, dejando de lado por un rato las pretensiones y las presiones de mi entorno, recordando lo sencillo que es disfrutar, sin aparentar, sin buscar razones escondidas, simplemente rodando en mi bicicleta, aceptando los regalos que mi planeta me ofrece a cada recodo del camino!

a rodar!
Ro

Wednesday, July 17, 2013

3 Torres se acercan

Se acerca la fecha en que algunos aventureros nos internaremos en el Bosque la Primavera. Muchos nos ven raro, o nos ven como gente que simplemente queremos sufrir, que es cumplir una manda o algo por el estilo.

No niego que es cansado, pero así son las cosas que valen la pena! Y yo, al menos de mi se que no lo hago porque quiero sufrir o porque no tengo nada que hacer un ese domingo. Un reto es una medida, y este es también un deseo, es un triunfo en potencia, es verse a sí mismo y descubrir de lo que somos capaces, que oh! generalmente uno descubre que es capaz de más de lo que creía mientras esta sentado frente al televisor o en una oficina, o conduciendo un carro en medio del tráfico.

Y me encantó como un buen resumen de todo lo que envuelve rodar las 3 Torres, el juego de palabras que se ve en el promocional que incluyo aqui abajo...

Así que ... a rodar!!!


Ro

Monday, July 15, 2013

Estacion Bicicleta va

En medio de las malas noticias que parecen ser las preferidas de la radio, la televisión, el periódico y cada vez más en los cafés y las charlas casuales, es bueno disfrutar de muy gratas experiencias y saber de logros y pruebas de que realmente el ser humano puede seguir pisando este planeta sin tener que destruirlo. Es simplemente hacer las cosas bien, pensando en el futuro pero siendo conscientes de nuestro presente. El domingo 14 de julio se celebró el primer aniversario de Estación Bicicleta, resultado del esfuerzo de muchas manos, de una idea clara de aprender a disfrutar del bosque y la naturaleza.
Y fue muy grato poder compartir el festejo haciendo algo de lo que más me gusta, rodando. Y más aun cuando la ruta de hoy era compartida con otros tantos que venían a festejar a Estación Bicicleta. Varias familias, amigos conociéndonos y compartiendo un poco del bosque, de nuestro bosque.
Aquí el grupo completo, desde los chicos hasta los grandes, mujeres, hombres, todos juntos!

En acción, quién nos puede detener?

Marijo y Armando, surcando la brecha!

Hija y mamá, que mejor manera de compartir el domingo!
Y algo más para resaltar, paseando por la Glorieta, es encontrarse a otro ciclista, que sin más, se ofreció a tomarnos una fotografía, con cada una de las 5 o 6 cámaras que llevábamos, je je. Creo que bien merecía también ser inmortalizado ahí, en el bosque, rodando, haciendo lo que tanto nos gusta… David Figueroa, ¿no es así? ¡Gracias!

Ro

Tuesday, July 9, 2013

Las bajadas

A petición de un buen amigo que me preguntaba que si no había tomado también la bajada... no tome la bajada de T1 porque son sus buenos 20 a 25 minutos y en video, a lo mejor no se percibiría toda la experiencia, no seria justo para la bajada... 
Así que bueno, les comparte aquí dos trechos de bajada diferente, demostrando una vez mas la riqueza de esto de rodar en el bosque. Como en la misma rodada, en la misma ruta uno puede encontrar tanta variedad, tales diferencias que hacen de cada momento de rodar un momento mágico...

Primero esta, bajando de la Torre 2 (cerro Najahuete), un trecho extremo, delicioso, impactante, de cuidado... la famosa curva tronadora, que aún de bajada exige cuota y merece toda nuestra atención para encontrar el mejor camino para sortear, piedras, escalones de piedra, raíces y ramas... ah! y lo mejor, ese estrecho sendero suele variar de una pasada a la otra...

Y aquí esta otra bajadita no tan larga y con otro sabor completamente... apenas por iniciar la trepada a la Torre 1, uno se encuentra con un columpio para tomar un breve respiro antes de arrancar la trepada franca hacia el cerro de Planillas y coronar con la Torre a 2250 msnm.

Ro

Monday, July 8, 2013

Conoces la Torre 1?

Ayer andaba probando otra vez el porta-cámara para manubrio "hecho en casa" y funciono en general bastante bien... con todo y la lluviecita que me acompañó 2/3 partes de la subida a la Torre 2, las tomas fueron buenas y los videos salieron bastante bien...
aquí les dejo uno de ~1.5 minutos, de mi arribo a la Torre 1. Para aquellos que la ven como un mito, anímense, es cuestión de actitud y empezar a rodar a gusto y tranquilos... ayer particularmente había mucha gente ahí arriba... y algo que escuché: "vas a hacer las 3 Torres?" - "si!"


Ah!, también me encontré con otros dos que platicaban sobre el reto y su intención de esta semana inscribirse... esto se va armando...
:o)

Ro

Tuesday, July 2, 2013

En el trance de la rodada

De nuevo bajando por cornisa, a la máxima velocidad en que puedo controlar a la “green”, mientras vamos esquivando tocones de piedra, rocas sueltas, una que otra rama de un arbusto en la ladera artificial del cerro, y pasando raudo uno de los “topes” que seguramente las brigadas de guardabosques han dejado en la bajada para invitar al agua a no acelerar demasiado en sus noches y días de lluvia. Aprieto mis manos al manubrio, pero a la vez, suavemente acaricio los mandos de los frenos. Es un jugueteo entre la emoción y la concentración, la adrenalina que fluye rápida por mis venas y la precaución acrecentada en todos mis sentidos. Inclino mi cuerpo y con el a mi bicicleta tan solo lo necesario para perder poca velocidad pero no la vertical.

Es interesante como no hace más de tres semanas estaba bajando esta misma “cornisa”, de regreso de la torre 3. Y es tan igual como diferente esta vez. Es una dicha saborear de nuevo el viento en mi cara, minúsculas motas de tierra atrapadas por la llanta delantera salen disparadas a mi bajo rostro, o alguna piedra en un mágico movimiento termina golpeando mi pantorrilla, pero los pellizcos de dolor se van tan rápido como llegaron, porque no hay segundo que distraerse en esta bajada, tan fabulosa es que no queremos perdernos un instante, tan de respeto que es mejor no darle la espalda porque terminas así… de espalda sobre el camino.

Y de repente, en flashazos, me llegan imágenes instantáneas. Frases como “ya subí a la torre por el otro lado?”, “Si, trepe desde obsidianas a la torre 3”, se mezclan con mi visión periférica borrosa, y mi visión en túnel mientras sigo bajando, ya estoy llegando a la mitad de la bajada. Las frases se guardan de nuevo en mi gaveta mental y continuo el descenso concentrado en los 10 metros por delante de mi bólido de aluminio y carne.

Llego a la base de la montaña y sigo la brecha hasta llegar a la puerta verde, que nos deja en la conocida y no tan querida “sal si puedes”. De diez a doce kilómetros de regreso por camino ancho (fácil) con una continúa subidita (lo no tan fácil) que hace tedioso el final de la ruta. Pero hemos aprendido a saborear también esta última parte del recorrido, tanto así que cada vez es un reto diferente a la anterior. Así que luego de tomar un poco de aire y departir con los compañeros de este día,  arrancamos en pelotón, para luego de algunos minutos ir cada quien tomando su ritmo, su modo, su tiempo, su aire. Pasan algunos minutos y me doy cuenta que voy relativamente solo. Es decir, Marcos va allá adelante, a unos 60 o 70 metros, Ruben acaba de tomar el camino de Obsidianas para regresar a su terruño, Tala. Yo iba con Rober pero ahora cada quien tomo su tren de carrera y va un poco mas atrás, pero delante de Luis, Vic y el Bob.
Tomo prestada esta foto desde el celular del Bob, nótese que también la cámara sufrió de sudor...
condensada estaba la lente

Ya venimos de regreso, ya subimos a la torre 3 por Obsidianas! Si hay cansancio, como no!, pero hay un logro mas! No hay dolor. Hay orgullo por el reto del día superado. Trato de recordar esos momentos pesados del otro lado de esos tres cerros que ahora quedan a mis espaldas. Sé que en esos momentos iba agotado, con la respiración al máximo, sin traer monitor cardiaco, sé que iba cerca de mi tope. Recuerdo escuchar el tamborileo de mi corazón en mis oídos, un “tup, top, tup, top” acelerado; y también de casi ver mi respiración, y mi mente tranquila, casi en blanco, mis ojos centrados en mi entorno inmediato pero percibiendo el crujir de las hojas secas mientras pasaba sobre ellas o el raspar de las llantas de la Green contra las canicas de pómez, arcilla y obsidiana. 

Creo escuchar a mi mente ordenar tranquilamente bajar el ritmo cardíaco, mientras mi respiración se apausaba en los techos menos empinados. Y si entrecierro los ojos logro percibir el recuerdo también de una voz serena, que me daba ánimos, me impulsaba y me sugería mover el manubrio para un lado o para otro, pausar el pedal o levantarme en las palancas para sortear un pequeño obstáculo. Su identidad es difusa, pareciera ser mi propio espíritu, mezclado con el de mi amore, que siempre recuerdo en momentos arduos de una ruta diciéndome al salir de casa “disfrútala” “con cuidado”. Pues es una mezcla de esa energía que muchos llaman alma, que es feliz así, expandiéndose, fundiéndose con otra alma, haciéndose una con el camino, apoyándose en el camino pero a la vez dejando una parte de si por cada lugar que pasa.
Y así, con esos pensamientos, o esas verdades develadas, regreso al aquí y al ahora, pero a la vez me doy cuenta que el tiempo es simplemente un libro y puedo hojearlo viendo a la vez la trepada y la bajada, el aquí y el hace rato. 

Así de maravilloso es rodar, que es un recodo en el camino y lo es toda la ruta. A través de la rodada encuentro la solución a casi todos los problemas, hasta a los de la administración publica, que ya es mucho decir… pero de eso, hablaremos en otra ocasión. Hoy me quedo con este trance con esta genial rodada a través de mi bosque, surcándolo a toda velocidad, bordeando casi sensualmente sus bordes terregosos, dejando mi sudor en la tierra, saludando a ese par de venados que me hicieron el honor de escoltarme un instante del camino, disfrutando tanto del silencio en el esfuerzo, como la platica amena con los que hoy coincidimos, los conocidos de diario y los de no tan diario.
Los que me leen y los que no, también!

Ro