Tuesday, March 20, 2012

Rodando sin fin

El sol continúa su ascenso, aunque esta mañana tenemos aliados. Cientos de árboles son nuestra escolta mientras rodamos el ascenso entre la industriosa y pequeña ciudad de los Reyes y los pueblos de 18 de Marzo, La Palma y Zacán. A lo largo de 15 años, otros como nosotros han estado cruzando estos bosques que voluntariamente o no, comparten la tierra con huertas de aguacates y algunos pastizales. El asfalto ha cobrado su cuota lineal y ha tomado algunos metros, pero en la parte neurálgica sigue siendo la propia tierra la que nos sirve de alfombra, de cubierta y de protector solar. Aquí vamos todos, rodamos cada cual a su paso, en momentos nos jalamos y en otros empujamos. El pelotón de ciclistas se compacta o se estira como si fuera la marea. Vamos rodando y gozando del dolor que punza en nuestros muslos, en las muñecas y en los dedos, cuando nos levantamos del sillín para subir ese escalón... estiramos el cuello, y entrecerramos los ojos cuando un rayo de sol logra colarse entre las altas ramas de los pinos que flanquean la ruta. Exprimimos al máximo nuestros músculos par continuar soportando el peso del esfuerzo de subir y subir, metro a metro, kilómetro a kilómetro... hasta que salimos del bosque y continuamos subiendo un poco más, viendo a lo lejos el majestuoso Tancítaro (aquí en la foto cubierto de nubes...), amo y señor de las montañas del sur, y su joven lugarteniente... el Paricutín.

Wednesday, March 14, 2012

Tiempos de invitar a rodar

Ya no es sólo tiempo de compartir nuestras rodadas, de hablar y comentar de lo bello que es andar en bicicleta, de demostrar con el ejemplo que SI ES POSIBLE, bajarte de tu ego... perdón, de tu auto y tomar la bicicleta, no solo para el bien de cada uno, sino para el bien de todos nosotros, que estamos en el mismo barco, llamado Tierra.


Ahora es necesario volver a tomar nuestra humildad e invitar a nuestros amigos y conocidos a que intenten tomar la bicicleta, o al menos a bajarse de sus autos de vez en cuando aunque sigan manejando... cómo es esto? Simple... poniéndose en los zapatos de los otros, siendo empáticos mientras recorren su ruta diaria.


Sabemos que el transitar por nuestras urbes esta del nabo, pero olvidamos que somos nosotros mismos los que hacemos que la experiencia sea así!, hoy ví a una patrulla de policia de Zapopan que simplemente NO LE CEDIO el paso a un chevy para cambiar de carril, luego de unos 50 mts de estar solicitándolo... qué onda con nosotros? ya no tacho unicamente a la policía, porque todos nosotros en algún momento hemos hecho lo mismo. Sea en el auto o sea en bicicleta, en triciclo o hasta caminando... no dudo que hayan visto a una persona de edad avanzada que difícilmente llega al otro arroyo de la calle y lo que hacemos es saltarlo antes de que nos piten o nos hechen el carro, en lugar de ponernos a su lado y acompañarlo al menos mientras cruza la calle.


Creo que los que rodamos, podemos darnos cuenta de mucho de lo que pasa en las calles, así como los automoviles podrén ver nuestra paja al momento de transitar, ambos, todos tenemos cosas por mejorar. Empecemos siendo empáticos este día, veamos el transitar por nuestra ruta desde los ojos de nuestro vecino, cedamos al menos una vez el paso.... y por sobre todo, sonrían, eso los llenara de alegria, ya lo verán... y si reciben una sonrisa en respuesta, enhorabuena! doble alegría estarán recibiendo al mismo precio!


Rodemos con empatía, en dos, cuatro o seis ruedas!


Ro

Monday, March 12, 2012

Transvolcano una vez mas


Nuevamente las calles de los Reyes, Michoacán, se tiñen de los multicolor jerseys de ciclistas llegados de otros estados y del propio corazón de la cultura purépecha. La amabilidad y camaradería fluyen al ritmo del pedaleo de docenas de jinetes que, en sus bicis, emprendemos el reto de rodar los 40 kilómetros que separan esta ciudad del pueblo de Angahuan, en las inmediaciones del volcán bebe, el Paricutín. 



Muchos hemos rodado 40 kilómetros en una rodada, no es cosa fácil, y menos cuando dentro de ese rango, existe una trepada inigualable que nos lleva de los 1,300msn a casi los 2,200msnm en no más de 10 kms de la travesía. Es subir y subir, es pensar, sin pensar. Es concentrarse sin extenuarse. Es encontrar energía en cada recoveco de cada uno de nuestros músculos. Es seguir, animando al compañero que pasamos, al otro que nos pasa a nosotros, es hacer eco de esos ánimos e impulsarnos a nosotros mismos, como en la vida misma.






Luego de 3 horas y media, encontramos el primer trofeo de esta aventura, la llegada a las ruinas del San Juan Parangaricutiro, sepultado en el nacimiento del volcán Paricutín. Ahora a un lado del tenaz templo que se resistió a la lava se levantan los puestos de unas de las más exquisitas quesadillas que me ha tocado probar. Ahí hicimos escala para contar los primeros pormenores de esta épica ruta, fuimos viendo llegar a otros ciclistas que igual que nosotros paraban para reponer energías y emprender el ultimo trecho hasta Angahuan, en donde más trofeos recolectaríamos durante el fin de semana; compañerismo, amistad, reencuentro con viejos amigos, conocer nuevos, disfrutar una helada cerveza que sabe a gloria luego de estos 40 kilómetros de entusiasmo, tesón, resistencia y conquista de uno mismo. Todos salimos, sin medallas que alcanzar, sin una bolsa económica que reclamar, simplemente el hecho de lograr superarnos a nosotros mismos, por eso Transvolcano siempre será la ruta que esta hecha para gozar!

Sunday, March 4, 2012

Estampas rodadas


Como en encuentra a Wally, aquí pareciera estar Ruben escondiéndose de la cámara, y aun sabiendo que por ahí estaba, es difícil de primer vistazo dar con él. Pero ahí está, presto a iniciar la bajada a la ruta “del Angel”.










Un poco antes, o un poco después, depende la perspectiva, como diría Ego en Ratatouille… Aquí viene el Alex en uno de los jalones de la rodada matutina, pudiera ser que se ve cansado, pudiera ser que se ve empeñando un nuevo esfuerzo, o simplemente está tomando aire para continuar la rodada por el hermoso bosque que se va despertando a nuestro paso.










Y aquí se plasma una imagen genial, como puse por ahí en algún otro sitio… rodar en solitario, te da experiencias maravillosas, te hace encontrarte contigo mismo, te arranca de tu sitio de confort y te hace retar tus propios límites… y cuando lo haces en grupo, es una experiencia igual de maravillosa, con su propia satisfacción, maximizada al compartir tu gusto con el gusto de otros tantos, por compartir impresiones, consejos, carrilla pero ante todo empuje y ánimo para seguir rodando…

Ro