Monday, March 18, 2013

3 a T3 en casi 3


Así arranqué este lunes de “asueto”.  Ya el alba había despuntado y el frío seguía cobijándonos con su frescor cuando me encontré con Rober C en Postes, que hoy mostraba no tanta actividad como un domingo cualquiera, pero si la suficiente para ser incentivo y sumarse a la algarabía de tomar ruta hacia el bosque.
Enfilamos rumbo al 8 ½ con buen ritmo, agarrando vuelo, como se diría, y justo en la desviación a la Cebada nos encontramos con el tercero del triunvirato de esta ruta de lunes, el Fer Sainz. Sin tomar demasiado tiempo para continuar con el impulso desde Postes para Rober y para mí y desde Bosques de Sta. Anita para Fer, decidimos apadrinar al Rober en su primera vez… de rodar a la Torre 3! Sería por la ruta corta, por aquello de regresar a nuestros deberes de jefes de familia del siglo XXI, lavar la ropa, ayudar a recoger la casa, cuidar chamacos, con eso de que hoy era “asueto”…. je je.
Y pues bien, seguimos el ancho camino, que “invitante” nos impulsaba con la bajada a ir más y más rápido… el muy canijo nos veía con esa mirada traviesa del que va pensando: “Ya les cobraré cuando vengan de regreso, ja ja ja”. Sabiendo esto continuamos  y es que se muy bien que vale la pena esta ruta, el esfuerzo que uno paga de salida lo desquita con la diversión inicial y con una de las más bellas vistas que se pueden obtener del occidente de esta tierra, y sobre todo tan cercano a la ciudad.  Claro, no es para cualquiera.
Terminamos el “descenso” en las inmediaciones del “poleo” y nos salimos del camino ancho para tomar el camino hacia la cima del cerro de San Miguel, en donde se encuentra la llamada por nosotros, la Torre 3.  Una serie de trepadas que en una distancia de aproximadamente 7 kms nos hace subir casi 400 mts. Y es que un par de ellas, aun siendo cortas, son extenuantes, pero aaaaah! Qué sabroso es cuando uno las supera y llega al descanso y mirador de la torre.




Luego de disfrutar de la vista y recobrar el aliento, nos decidimos a regresar, aquí los tres mosqueteros de esta rodada de lunes, tomamos cada cual su ritmo. Agrupamos por ultimo en la “puerta verde”, justo cuando se retoma el “camino ancho” hacia Postes. Un regreso de 12.7 kms (no 15kms como pensábamos Rober, ni los 20kms que parecen sentirse, je je). Todos sabemos que es tedioso, porque la mayor parte de este regreso es una empinada subida que parece no terminar, y menos luego de haber rodado ya un buen rato, y aparte, si como hoy, el sol caía a plomo. Fer se desvío antes de llegar a Postes para enrutar a su casa por otra salida, yo seguir directo y llegue a Postes, mire mi reloj y me sorprendí al ver que eran como 2 horas 50 minutos, se sintieron y las disfrute como mas… Un gran gusto, 3 amigos nos retamos llegar a T3 y en menos de 3 horas regresamos a la ciudad para reparar el cansancio y compartir un logro más…

Al final, lo soportamos como los ciclistas de montaña que somos,  porque el logro se mide en disfrutar tanto las bajadas como las subidas, tanto el single track como el camino terregoso y aparentemente monótono, porque fácil o difícil,  lo que nos llama a rodar en el polvo, bajo la lluvia, en solitario o rodeado de amigos es saber que estamos haciendo lo que nos gusta, lo que nos apasiona y que lo podemos compartir no solo cuando vamos sobre el sillín sino, cuando me siento a escribirlo o cuando lo platicamos en la oficina, en la cafetería o lo presumimos a través de las fotografías con nuestras familias, con nuestros hijos y con los hijos del vecino…
O no?

Ro

Saturday, March 16, 2013

Lo que si y lo que no

En las ultimas semanas pude ver los dos lados de la moneda, ese esfuerzo que estamos haciendo y logrando como sociedad. Hace unos días venía rodando luego de algunos pendientes por ruta urbana y que me topo con una gran y agradable sorpresa... el "camino al ITESO" estaba engalanado con una renovada ciclovía!!! Que gusto ver que empiezan a surgir como pequeños brotes de yerba en un valle seco que espera tan solo la llegada de las lluvias.


Por el otro lado, me sacó de onda primero, y luego me dio coraje ver lo que pueden observar en la foto de abajo. Alguien, quiero pensar que lo hizo simplemente por impulso y no pensando en dañar realmente, ese alguien pintó en un árbol la palabra "FIN", esto al final de la ruta Toboganes, en pleno centro del Bosque la Primavera... esto NO SE VALE!
Hay maneras para señalar rutas, y grafitear los arboles en pleno bosque, no es modo adecuado, esperemos que esto haya sido un simple descuido y no una acción premeditada para lastimar al bosque.



Nos toca a nosotros empujar las acciones como las que muestro en primer lugar, y hacer conciencia con los que conocemos, y promover que no se hagan las acciones como la segunda que comento en este "post".

La bici es el elemento indicado para hacer más humana a la ciudad y para hacer más humano al hombre en la naturaleza... no equivoquemos el andar.

Ro

Monday, March 11, 2013

Quién dijo cansados?

Así empezamos este post, con esta imagen que bien puede titularse "Quién dijo cansados?"
Fue una excelente rodada, en la que nos conocimos nuevos colegas de la rueda y también volvimos a rodar un par de nosotros juntos desde hace un rato. 
Gratísima experiencia la de ir viendo como mas gente se va sumando a esta dichosa manera de nutrirnos como personas, de aprender a cuidarnos, y a cuidar al bello bosque que tenemos casi casi, a la vuelta de la esquina... en la foto, de derecha a izquierda: Efra, Dan, Porve y yo (Ro)

Este día fuimos armando la ruta, solo sabíamos que iniciaríamos con la Mosca, y aquí pongo algunas de las fotos que lo demuestran:

Los 3 mosqueteros de esta ruta, cruzando raudos por las veredas del bosque

El Dan, agarrando vuelito rumbo al puente Pérez
Aquí el Efra, no estaba cansado, simplemente estaba cediendo
el paso para que no le estorbaran más adelante :o)


Luego de pagar tributo a la Mosca y bajar por Garrison (aunque en vox populi, la Mosca es conocida por la Mosca+Garrison, verdad Dan?), enfilamos a Toboganes, y tan veloces bajamos que no tomé ninguna foto... pero ya después  tomando el regreso "panorámico" por la ruta "La Hermosisima" pude tomar algunas evidencias de nuestro cruce... por uno de los senderos mas hermosos en todo el bosque:


Aquí Porve sorteando la ultima trepada en
la Hermosísima
El Efra mostrando la técnica para una subida no solo
efectiva, sino con estilo... una típica foto "para la estampita"!

Ya a punto de terminar la Hermosísima, venían Efra y Porve...

A esta toma le diría "casi, casi" por que unas décimas de segundo
después, el Porve vería pagar su temeridad viendo el suelo de cerca...
Ahí atrás, en la bajadita...

Así fue la ruta, luego de aquí  yo me desvié hacia el Ángel para dar unos últimos vistazos a mi bosque, compartiendo ya no solo con mis compañeros de oficina, sino también con mucha gente que estaba como yo, departiendo y disfrutando de una fresca mañana de domingo en el querido Bosque la Primavera, en grupos, en parejas, papas con hijos, otros solitarios pero siempre todos, acompañados... 

Un domingo más.

Ro

Sunday, March 10, 2013

Vistazos tempraneros

Varias semanas sin aparecerme por aquí, pero no por ello sin dejar de rodar.
Cuánto llevo rodando "la mosca", siete u ocho años? Sin contar aquel par de ocasiones que la rodé hace unos lejanos veinte años! Y aún con eso, creo que hay rincones y pasajes que siempre se descubren y van cambiando de igual manera que nuestros cabellos con el tiempo o las arrugas con el paso de experiencias... he aquí algunos de esos "parajes":


Algunos la identificarán a primera vista, y les dolerán los muslos, o en el mejor de los casos, sonreirán al recordar aquella ocasión en que la treparon sin detenerse, aunque eso si, resoplando y jalando aire al terminar la teprada. No son mas de 30 metros, creo yo, pero se sienten como quinientos. Después de haber rodado algo así como la mitad de la longitud de esta ruta emblemática pasaste las primeras subidillas, cruzaste el "puente pérez", pasaste por el "descanso" del plano que te permite desviarte por lo que seria media mosca, te topas de lleno con esta vista; aprietas los dientes, aferras el manubrio, y en ultimo jalón de aire empujas el trasero para arrancar y tratar de superar la trepada... ya si la completas o resbalas o te trabas en una piedra o una raíz  ya no importa por igual terminarás abrumado, quizás sofocado, jadeante y con el ánimo de haber disfrutado de nuevo el llegar ahí y seguir un poco más...

Luego, que tal este tipo de vistas? si, aún con las cicatrices del incendio de la primavera pasada, a pesar del dolor, la vida viene abriéndose paso, las nuevas generaciones de árboles, de matorrales, de suelos reinician sus ciclos y poco a poco van cubriendo de verde los bordes de la brecha.


Y seguí mi camino de esa mañana. Enfile al ángel  o la subida "tendiditas" como algunos la conocen, y ahí me detuve unos segundos cuando me sorprendió esta vista que les comparto, quizás la cámara no capta el esplendor completo de un sol difuminado, un viento fresco, rozando lo frío que me llegaba de frente, el susurro de las hojas, como cuchicheando entre ellas. Por eso me detuve, aparte de agarrar un poco de aire y de secarme las gotas de sudor con el dorso de mi enguantada mano. Disfruté esos tonos ocres que más que sequedad me inspiraron tranquilidad y sensibilidad de un bosque que va madurando, aceptando la visita de muchos de nosotros que lo buscamos con ansia para balancear nuestra ajetreada vida citadina con estos momentos de esfuerzo en paz, aunque bueno, algunos otros que vienen con la ignorancia de un noctambulo en el tianguis del sol...


En fin, continué mi rodada de ese día y me fui acercando a de nuevo a mi ciudad, pero me tomé una foto en algún momento, la cual refleja sencillamente lo que durante esa travesía quise aprender y lo que quise dejar a mi bosque... un agradecimiento, una dicha por vivir unos minutos junto a él y recorrerlo, con el afán de saber que crucé, y que simplemente, no dejé huella, como lo haría mi sombra sobre el sendero al pasar...


Ro






 

Friday, February 8, 2013

La cobrona


Ayer (febrero 7 2013) volví a trepar Bugambilias. Y como siempre, me la cobró. Y como siempre, con gusto la pagué. Subir esos pocos kilómetros en el linde, ahora difuso, entre la ciudad y sus bosques enanos de las afueras es siempre un reto, y quienes lo conocemos, saboreamos cada momento, tanto a la subida como a la bajada.
Ayer no hice mucho aspaviento, creo que ni lo dije a los demás para no cebármela a mi mismo, para no escucharme y así, no inventar alguna excusa para posponer o cancelar esta rodada a medio día. Porque si, me la aventé a la hora clásica, como inicialmente aprendí a subirla, como cuando empezaba en estas lides del ciclismo de montaña.

Bugas, como le decimos con cariño, es una ruta temperamental. Decimos usualmente, como las mujeres, aunque bueno, diremos, como chica adolescente, para tratar no herir demasiadas susceptibilidades, je je. Es celosa, y siempre te hará recordar que debes de ir a “verla” muy seguido. Y aunque vayas y vayas, desde que recuerdo, el cansancio es el mismo… mas aún cuando osas ausentarte varias semanas o un par de meses seguidos!

Por eso la llamo en esta ocasión, cobrona! Es una excelente cobradora digo, llevo rodando desde sus faldas mas de siete años, sorteo sus primeras curvas pavimentadas resoplando como el que por primera vez quiere correr un "sprint" y la meta se aleja y aleja… luego viene el “descanso” de lomas menos pronunciadas, para enfrentar de improviso la gran trepada de no más de 500 metros que siempre nos hace empapar nuestro rostro y saborear la sal de nuestro propio sudor… luego pareciera compadecerse de nosotros pero es un simple jugueteo porque nos remata con la ultima trepada como diciendo “para que te acuerdes de mi!”…

Aunque la muy c…anija, ya luego de habernos sometido al esfuerzo de la trepada, nos acaricia y hasta pareciera que nos empuja cariñosamente de nuevo a la ciudad… en una bajada riquísima, aunque siempre con cuidado, porque Bugas, caprichosa, si piensa que nos vamos confiados y con el sentimiento de que “la superamos”, no dudara en movernos unos milímetros del terreno para que terminemos lo largo que somos sobre su piel terregosa.

Esta vez yo la respeté, ella me aceptó el tributo, y ambos quedamos en paz, a la espera de mi siguiente visita a esta trepada de carácter!.


 Hasta la próxima!!!

Ro

Sunday, January 27, 2013

Allá a lo lejos


Allá a lo lejos esta la ciudad. Que tranquila se ve desde este punto ya dentro del bosque. Estamos a unos 2,000 msnm, el aire es fresco, con jirones fríos que se cuelan entre los arboles. Ese frío que se siente mientras tomamos un respiro luego de alguna buena trepada en esta ruta “sencilla”. Aquí arriba colisiona alguna corriente tempranera que viene del oriente, impulsada por el calor del solecito que ya despunta mas allá… por el cerro de la Reina en Tonalá y el frescor matutino que exhala el propio bosque después de una fría noche. El resultado son estos jirones que ya les comentaba, rachas de viento que se cuelan por las mangas del jersey, o entre los cristales de mis lentes y el buff que me cubre la boca y la nariz. Pero no es una sensación incomoda, ni mucho menos, es el sentir de la vida, de estiramiento del espíritu y un jaloncillo de la misma mañana para continuar la rodada.
Así es como enderezamos las bicicletas, oteamos otra vez a la ciudad que ya se va despertando y que nos regala una vista algo hipócrita… jeje, ¿Por qué? Porque no deja ver la nata de contaminación que ya la empieza a envolver y que se ha convertido en una incomoda compañera para la mayoría y muy peligrosa para no pocas personas. Aquí en la toma, poniendo atención se ven los “pivotitos” que son los edificios que con arrogancia buscan sobresalir de la mancha urbana y se convierten en esa especie de animales que se estiran lo mas posible para asomar sus narices por encima del vaho toxico y el ruido ensordecedor de su desordenado y disparejo crecimiento y absorber algo de aire puro y la tranquilidad de antaño.

Y así retomamos ruta de nuevo, queda el regreso que, luego de haber pagado el esfuerzo de las trepadas, de los escalones rocosos del sudor que se va enfriando en la mañana dentro del bosque nos arrebata la respiración y una que otra caloría, ahora vamos hacia abajo, surcando entre los arboles y trastabillando con alguna raíz o piedra bien acomodada (pareciera que de noche, gnomos o duendes salieran de sus escondrijos para colocar obstáculos en el centímetro exacto para que nuestras ruedas se encuentren con ellas en el momento justo).
Así y con todo y los encuentros cercanos con las ramas, resbalones inoportunos y acercamientos a las paredes que bordean algunos de los tramos del regreso, aun con eso, regresamos completos y con mínimos rasguños, aunque eso si, recargados de energía para iniciar un nuevo día en esta, no tan gran ciudad!

Ro

Monday, January 21, 2013

Rodando por Atemajac de Brizuela


reseñando la Perrona 2013 -

Y continuamos…  para generar sinergia con el 2013, estuvo perfecto que hubiera caído en 13 de enero el rodar estar ruta… Íbamos un buen numero de ciclistas: Rommel, Marcos, Roberto B., Pepe (con la consigna de no perderse), Betsy, Charly, Liz, Ro, los nuevos de la jornada: Griselda y Samuel y los que iban llegando ese mismo domingo, Roberto de Alba, Víctor  Ivan y varios colegas de Tequila Bike como el Abogangster, el Pirru y el Sabas que llevaba a su propio clan para bautizarlos con el fuego de esta hermosa, pero demandante rodada…
Conforme vamos pedaleando, sorteando las colinas que nos elevan sobre pequeños valles, la sierra nos va regalando paisajes sin igual. Y en esta ocasión, Eolo nos estuvo acompañando. Fue jugando al pintor caprichoso coloreando el cielo sobre nuestras cabezas con jirones y nos brindaba un fresco frío que al menos a mi me exhorto a irme a “Sub”, con mi pasamontañas armado con mi buff… rodando sobre esta tierra generosa y extasiado con las vistas. Y aderezando los momentos con las pláticas, con mi sarta de anécdotas y consejos que a veces, sin que sean pedidos, yo comparto, jeje.






















En fin, fuimos al mirador, un rincón gratuito (y espero que así siga) para aquellos que nos esforzamos por buscar estos rincones mágicos de nuestro planeta y luego de disfrutar de sus vistas, de la platica y el típico mini-desayuno, partimos de regreso, ahora hacia el rancho de san Francisco, para luego trepar a la piedra balanceada y luego disfrutar el inigualable single-trak que nos llevo a Juanacatlán, cuyo nombre habría de significar, lugar del viento frío en la planicie… 








Ya de este punto, nos sumergimos de nuevo en los bosques de la sierra para llegar al pequeño, pero entrañable pueblo de Ferrerías de Tula y su fotogénica presita. Luego de aquí, apuntamos nuestras rilas hacia la meta, nuevamente el pueblo de Atemajac de Brizuela… sorteando los últimos columpios, que tanto trabajo le costaron a unos, y cruzando el arroyo, que invito a una parada no programada al buen Vic, que pasando lo difícil, tuvo que pagar el costo del “desengrape tardío” y visito la pedregosa superficie a orillas del arroyo, sin consecuencias afortunadamente… pero con una lección mas de como desengraparse, ¿no es así Vic?

Al final, todos llegamos, Pepe no se perdió!, los nuevos ya no son tan novatos luego de haber rodado esta ruta, y este veterano, se volvió a sentir como cuando empezaba a rodar, agradecido con la vida por esta oportunidad, con el planeta por regalarnos aun toda esta belleza, con los amigos y colegas que le dan este gran sabor a rodar y rodar disfrutando la ruta y a los míos que se quedaron en casa esperándome, para poder compartir con ellos lo bello que es esto de la bici en la montaña.


Nos vemos en la próxima... Ro