Esto del ciclismo es simplemente una solución para
revalorar nuestra esencia humana. Los hechos hablan por si mismos, mi
experiencia lo confirma. Formo parte de un grupo de amantes de la bicicleta, de
las rodadas. Nos encanta salir a rodar, ya sea en solitario o en grupo. Compartimos
la magia de los senderos, las mañanas frías, las tardes soleadas, siempre
compartiendo parte de nuestra vida en esos cachitos de tiempo.
Luego de mi amarga experiencia de que me robaran mi
bicicleta, los amigos y compañeros estuvieron
aquí, solidarizándote con mi perdida y hasta ofreciéndome alguna bicicleta en préstamo
mientras pudiera recuperar mi medio de transporte. Esas palabras de apoyo,
muestras de empatía, buenas vibras son las que, estoy seguro, me ayudaron a
encontrar los medios para en poco tiempo, volver a las rodadas. Y luego de
esto, algunos de estos amigos y compañeros en la vida, vienen y me obsequian
algo de lo que ellos tienen, eso para mi no tiene palabras para agradecerse.
Es por esto que digo que el ciclismo bien puede ser
fundamental y darnos las herramientas para, ahora si, hacer de nosotros
mejores. Siempre dicen los que se creen los “guías” o “autoridades y dirigentes”,
que están para hacer de este mundo uno mejor… ¡señores! , este mundo ya era un
mundo mejor. Antes del petróleo, de la industria indiscriminada, de la pavimentación
sin sustentación… No es momento de buscar un mundo mejor, sino de dar a los
humanos las herramientas para regresar al equilibrio con nuestro entorno.
Basta ya de crecer como población de manera inconsciente
e impulsiva. Al inicio si, los pueblos y pequeños reinos necesitaban una “producción”
de humanos para crear los ejércitos, pero ahora ya no necesitamos armadas o
tropas, necesitamos seres humanos pensantes que sepamos distribuir las
abundantes riquezas. Y ¿Qué tiene que
ver esto con el ciclismo? Mucho… aquí va:
Rodar es hablar de eficiencia, ¿o no?, cuando rodamos
buscamos la posición corporal que mas aporte a la energía y que a la vez oponga
menos resistencia al aire. Buscamos detenernos lo menos posible, porque la parte
que nos exige más energía es el arranque.
Rodar es un balance entre las necesidades personales y
la de los que te acompañan. Compartes la ruta, disfrutas los mismos paisajes,
el polvo, el sol… pero nadie rueda tu bicicleta por ti, cada quien tiene que
invertir su esfuerzo para estar en la rodada.
Rodar es compartir el camino, es ser tolerante. No es
abolir el uso del automóvil, es hacer de ese uso, un uso consciente y medido,
sin abuso y sin el falso concepto de desarrollo o “status quo”. El automóvil,
tiene sus ventajas y sus fines, pero ¿para que conducir un auto preparado para
el desierto o las praderas heladas, si vas simplemente por las tortillas a tres
cuadras de tu casa? ¿Para que usar el automóvil para llevar al imberbe
adolescente que va a la preparatoria, si el muchacho puede tomar el camión para
llegar y de paso aprender a conocer la ciudad y cuidarse por si mismo? Así
pues, vamos guardando el auto cuando no es necesario y aprovechemos lo que la
propia naturaleza nos ha aportado, nuestros brazos y piernas y la energía para
movernos por nosotros mismos.
Rodar es aprovechar el espacio, en donde estacionas un
auto, puedes estacionar ¿Cuántas? 15 bicicletas, y aparte pudieran ser 15
personas que tendrían menos riesgo de padecer una enfermedad producida por
sedentarismo a futuro.
Y aparte de todo, es disminuir la bruma contaminante,
es retirar de la atmosfera químicos y gases que no deberían de estar ahí y que
empiezan a estropear nuestra vista, y nos impiden ver la belleza y la realidad
de que este mundo, ya es un mundo mejor!
Ro
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