Monday, January 21, 2013

Rodando por Atemajac de Brizuela


reseñando la Perrona 2013 -

Y continuamos…  para generar sinergia con el 2013, estuvo perfecto que hubiera caído en 13 de enero el rodar estar ruta… Íbamos un buen numero de ciclistas: Rommel, Marcos, Roberto B., Pepe (con la consigna de no perderse), Betsy, Charly, Liz, Ro, los nuevos de la jornada: Griselda y Samuel y los que iban llegando ese mismo domingo, Roberto de Alba, Víctor  Ivan y varios colegas de Tequila Bike como el Abogangster, el Pirru y el Sabas que llevaba a su propio clan para bautizarlos con el fuego de esta hermosa, pero demandante rodada…
Conforme vamos pedaleando, sorteando las colinas que nos elevan sobre pequeños valles, la sierra nos va regalando paisajes sin igual. Y en esta ocasión, Eolo nos estuvo acompañando. Fue jugando al pintor caprichoso coloreando el cielo sobre nuestras cabezas con jirones y nos brindaba un fresco frío que al menos a mi me exhorto a irme a “Sub”, con mi pasamontañas armado con mi buff… rodando sobre esta tierra generosa y extasiado con las vistas. Y aderezando los momentos con las pláticas, con mi sarta de anécdotas y consejos que a veces, sin que sean pedidos, yo comparto, jeje.






















En fin, fuimos al mirador, un rincón gratuito (y espero que así siga) para aquellos que nos esforzamos por buscar estos rincones mágicos de nuestro planeta y luego de disfrutar de sus vistas, de la platica y el típico mini-desayuno, partimos de regreso, ahora hacia el rancho de san Francisco, para luego trepar a la piedra balanceada y luego disfrutar el inigualable single-trak que nos llevo a Juanacatlán, cuyo nombre habría de significar, lugar del viento frío en la planicie… 








Ya de este punto, nos sumergimos de nuevo en los bosques de la sierra para llegar al pequeño, pero entrañable pueblo de Ferrerías de Tula y su fotogénica presita. Luego de aquí, apuntamos nuestras rilas hacia la meta, nuevamente el pueblo de Atemajac de Brizuela… sorteando los últimos columpios, que tanto trabajo le costaron a unos, y cruzando el arroyo, que invito a una parada no programada al buen Vic, que pasando lo difícil, tuvo que pagar el costo del “desengrape tardío” y visito la pedregosa superficie a orillas del arroyo, sin consecuencias afortunadamente… pero con una lección mas de como desengraparse, ¿no es así Vic?

Al final, todos llegamos, Pepe no se perdió!, los nuevos ya no son tan novatos luego de haber rodado esta ruta, y este veterano, se volvió a sentir como cuando empezaba a rodar, agradecido con la vida por esta oportunidad, con el planeta por regalarnos aun toda esta belleza, con los amigos y colegas que le dan este gran sabor a rodar y rodar disfrutando la ruta y a los míos que se quedaron en casa esperándome, para poder compartir con ellos lo bello que es esto de la bici en la montaña.


Nos vemos en la próxima... Ro




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