El verde es tranquilidad de un vallecito rodeado de pinos y encinos, a la mitad entre la ruta de la montaña y los "single tracks" que corren entre cañadas, lomas y vados.
Es tomar un respiro luego de bajar a velocidad entre pinitos, piedra suelta, ramas bajas y colegas que van y vienen por las varias rutas en nuestro bosque.
Es descubrir unas plantas de maíz que sabiendo que no es su lugar, hacen su mejor esfuerzo para seguir su camino la cosecha.
Es detenerme unos minutos buscando esta toma que contagie a alguien por ahí y pueda arrebatar una sonrisa y quien quite si un suspiro recordando nuestro origen y nuestra verdad...
El verde crea caminos, por que nos motiva a explorarlo y cruzarle, a veces más de la cuenta. Abrimos caminos nosotros, abre caminos la propia vida que habita en el bosque, abre caminos el agua que temporada a temporada viene generosa desde el cielo, y a veces un tanto molesta por la manera en que hemos tratado al bosque, baja como torrente dejando su huella más profunda de lo normal, mas no lo suficiente para que unos meses de calma no reparen y sanen con más verde que llegará.
El verde es una invitación a los cruces de caminos, a los que vienen y a los que van. Es una oportunidad para que nosotros mismos nos encontremos con los amigos, con los no tanto y con quienes únicamente (y con eso basta) comparten el gusto de rodar y rodar mientras haya un camino, y a veces, hasta crear uno nuevo por ahí.
Es la invitación también a encontrarnos con alguna parte de nosotros que no conocíamos, como ese gusto por detenernos, tomar la cámara y capturar un momento, o voltear y ver como el camino serpentea siguiendo esa idea de que lo mejor es saborear el camino y no sólo cruzarle por nomás.
Eso y muchas otras cosas es el verde de este nuestro bosque La Primavera, a medias de la -oh que dicha!- temporada de lluvias... Ójala re-aprendamos que la lluvia es amiga, que si hay inundaciones o malestares, no son por la lluvia, sino por las estupideces que nosotros mismos hacemos y dejamos hacer a otros... amén (mini sermón termina)
Buena semana!
Ro
Rodando mi tierra
Sunday, August 18, 2013
Wednesday, August 14, 2013
Domingo con magia
Cada día
que nos animamos a rodar es un regalo que la naturaleza nos da. Cada vez que
ruedo a la T1 es un encuentro diferente con ese macizo que resguarda a mi
ciudad por el poniente. Y es una dicha que me encantaría compartir con muchos,
pero que solo pocos realmente pueden disfrutar. Porque se debe de pagar el
encuentro con esfuerzo.
Aunque de
vez en cuando algún avezado se anima a descubrirlo coincide que me toca
compartir unos momentos con su aventura. La última vez me tocó animar (aunque
creo que no lo necesitaba) a un colega que iba en su primera vez hacia la
torre; “Todavía falta para llegar?” me preguntó. Ya casi, sólo un poco de este
plano, un par de curvas y la vas a ver… bueno, si la neblina lo permite.
Y es que
este domingo era mágico. Veloces jirones de nubes revoloteaban como acariciando
el perfil del conjunto de montes que forman el macizo de Planillas, una fresca
mañana nos cobijaba para sentir el frillito característico del sudor enfriándose
entre el jersey y nuestra piel…
Esta vez aparte de encontrarme con nuevos colegas conociendo estos rincones boscosos, coincidió que me encontré con un veterano, con ya muchas rodadas en su haber, caídas y recuperaciones, pero ante todo una compañía amiga, un consejo en buen momento, paciencia y contagiando de su optimismo y el amor por este bosque, bien cubre con más, lo que un mentor fue en mis inicios en estas lides, y no sólo mío sino de un buen que ahora nos decimos afortunados ciclistas de montaña. El Fer, si nos hubiéramos intentado poner de acuerdo no nos habríamos encontrado ahí en la ruta... Salud Fer!
Y bueno, esta vez hasta yo alcance una toma... si se fijan en mi cara, si, estaba haciendo algo de frío, pero de ese que se disfruta y que aguantando unos metros, superas con un buen pedaleo... así que a seguir rodando!!!
Ro
Wednesday, July 31, 2013
Tres Torres 2013 - Prologo
Najahuete,
San Miguel, Planillas… más conocidos como las tres torres. Un reto personal,
una meta colectiva. Que si llega antes, que quién hizo menos tiempo, que quién
le gano a quién. Preguntas que para algunos tendrán algún valor, es la inercia
propia del ser humano por comparar y compararse. No niego que es chido eso de
ser el primero, de vencer, se los concedo a mis compañeros ciclistas que
llegaron a la meta antes que muchos de nosotros. Yo, como lo comentaba con otro
colega, me quedo con haberme demostrado de lo que estoy hecho y de qué soy
capaz, independientemente de tiempos, listas y luces.
Querer
describir esta gran experiencia de vida que uno vive durante no sólo ocho horas
y fracción arriba de la bicicleta, y otras tantas en los preparativos, limpiando,
engrasando la bicla el día anterior, en la somnolencia de la víspera de la
travesía y, en esta ocasión, por ser parte del comité organizador, que desde
meses antes estuvieron ideando, planeando, soñando con compartir sus
experiencias, sus gozos, sus descubrimientos personales, sin más afán que
ofrecernos a tantos otros el gusto de rodar por estos parajes que como el buen
Hojas me dijo alguno vez: “la naturaleza
ha estado construyendo este bosque, estos arroyos, estos senderos, desde hace
miles de años, tan sólo para que nosotros podamos gozarlos en este día, en este
momento”.
Ver
a este grupo de conocidos que se han ido convirtiendo en amigos y cómplices
para armar esta locura desde la nada y poder llegar a ser lo que ha sido esta
edición del reto de las Tres Torres, me ha demostrado la valía de creer que
podemos llegar a regresar ese poco a esta naturaleza que tanto nos da, a cada
rodada. Por eso, en pocas palabras…
Najahuete, la Torre 2, es el inicio del reto, en
donde uno parece oler la adrenalina de todos los que vamos rodando, primero a
toda velocidad por la “congeladora” para luego atacar la primera trepada y ver
como la serpiente de colores se convierte en varios escarabajos, conformados
por grupos de ciclistas que van agrupándose inconscientemente, dándose el apoyo
y motivándose todavía con los vítores y los gritos de la arrancada…
Luego
el Cerro de San Miguel, base de la Torre tres, es difícil de convencer que nos
conceda el triunfo de coronar su cima, el esfuerzo es mayúsculo y las fuerzas
flaquean al ir subiendo por su cuesta, pero al final vamos llegando de uno en
uno, de a dos, de a tres, en hilera, pero arremetiendo con la voluntad casi
convertida en terquedad y orgullo por poder seguir adelante.
Finalmente
Planillas, nombre genérico quizás, pero uno más contemporáneo y que en la
cronología pudiera ser resultado de esos debates de inicios del siglo pasado
con la revolución y la reforma agraria, en donde la repartición de tierras
desmembró los cimientos de mi bosque, de nuestro bosque. Pero aun así, para
llegar a Planillas y rascar la Torre uno, es necesario sacar fuerza de lugares
que ni siquiera uno mismo conoce y es cuando nos descubrimos hablándole a
nuestro propio ser, haciéndonos uno con nuestro espíritu y acompañar a nuestra
alma mientras jalamos a nuestros músculos cansados, luego de ochenta y tantos
kilómetros de recorrido y más de siete horas de constante pedaleo, muchos de
ellos cuesta arriba.
Pero
aquí vamos, y esta vez lo puedo decir con todo el gusto y el derecho… rodé las
Tres Torres, y luego de rodar, estoy feliz.
Ro
Sunday, July 21, 2013
El reto que se acerca
Estamos a seis días de arrancar el reto. Rodar hacia las tres torres en el bosque la Primavera. No es competencia, ¿cuantas veces lo hemos dicho? Como parte de la preparación para esta edición me lance junto con otro par de amigos a la ruta hacia la Torre 3, por la ruta “larga”, es decir, tomar la bajada de las obsidianas. Esto de escribir un blog de las rodadas es mágico ¿saben? Al igual que lo es rodar y rodar, casi semana a semana por los mismos parajes, descubro que uno puede seguir escribiendo y describiendo sin realmente estar repitiendo lo mismo en cada entrega. Es increíble que aunque pasemos por los mismos senderos, haya tanto que compartir y tantas formas de describir un lugar cuando lo hacemos en momentos diferentes.
Haber recorrido ese sábado los sesenta y tantos
kilómetros dentro del bosque, a través de los caminos de terracería, y una que
otra brecha, generalmente en compañía de estos dos buenos amigos, compartir
anécdotas una y otra vez, descubrir una nueva vista de ese mismo paraje en
medio del bosque, es una experiencia que queda sostenida en el no-tiempo.
En momentos, rodamos solos aun yendo juntos. La
separación de unos cuantos metros, una curva, una pendiente, nos hace que cada
uno viaje al interior de sí mismos y saquemos energía, entereza, voluntad para
continuar rodando a ese objetivo común. Y juntos gozamos el triunfo de los
otros, y la hazaña de los tres. ¿Qué genial seria si así hiciéramos como
sociedad el recorrido por este andar cotidiano no? No simplemente en buscar
ganar más que el otro, o llevar agua a su molino para llegar primero a ningún
lugar. Que diferente sería la ciudad si todos aceptáramos que hay un objetivo
común de hacer de este un lugar mejor para vivir, y para dejarlo mejor de cómo
lo recibimos.
Hay tanto por descubrir en este mundo, aún a la vuelta
de la esquina de mi ciudad, tantos rincones que a veces pasamos de largo, que
ahora quise capturar con la cámara un par de ellos; pasamos por uno de los dos
arroyos naturales que se encuentran en lo más profundo del bosque, en la parte
más baja del mismo (1,437msnm según el GPS de Marcos), y por ende de nuestro
recorrido. Un punto simbólico, porque es donde inicia el regreso a las alturas,
en donde volvemos a subir, y aunque tomaremos uno que otro descanso que la
misma ruta provee, no dejamos de ganar altitud sino hasta llegar a la cima del
cerro de San Miguel, la Torre 3. En esta ocasión a diferencia de otras nos tocó
la compañía de una lluvia pertinaz pero tranquila, casual pero constante,
susurraba con las hojas, seguramente acerca de esta tercia de locos que no se
habían amilanado con verse mojados y que habían decidido surcar los húmedos
senderos en aquel día. Yo creo que por eso nos trató bien, hasta pudiera decir
que con cierto cariño y deferencia. Aceptaba nuestra presencia y honraba
nuestro esfuerzo, tanto así que creo que le dio la razón a Charly y a Liz
cuando le dijeron a Alex que rodar con lluvia es una experiencia chidísima…. Ya
será Alex quien confirme si así le pareció, porque de mi parte ¡claro que sí!
Fue una de las mejores rodadas que he tenido y miren que he tenido de esas,
¡muchas, muchas!
Thursday, July 18, 2013
Breves de una mañana de asueto
Aprovechando este breve cambio en la rutina, dejando las tareas laborales oficinistas, me tome unas horas para desahogar mi carga de estres y a la vez ponerle un granito mas a mi preparacion para el reto de las 3 Torres...
Como cualquier famosillo de farandula, fue hasta el ultimo momento que decidi la ruta (pero si avise eh?, que conste). Tomamos, la green y yo, ruta por el camino ancho hacia San Isidro, en este interludio me tome unos segundos para traerles este par de tomas de la Torre 1, Planillas, si la encuentran ahí en la punta del cerro, es que tienen buena vista...
Siguiendo el camino, cruza uno las inmediaciones del single track de "Vampiros", aunque hoy me segui por el "camino ancho" para evitar cualquier eventualidad... y bueno, conocí ese par de kilómetros que no habia rodado nunca amerito otro par de fotos chidas, segun yo:
Y luego, por esta ruta, uno sale del bosque... ahí desde afuera tomé este par de fotos... ojalá que como yo, disfruten al menos, un poco como yo disfruté esos momentos.
Sustanciosa rodada, disfrutando en compania del bosque, de una manada de vacas que me cedió el paso, algunas ardillas, un halconcillo que salió volando tan asustado como sorprendido lo ví yo, saludando a algunos camioneros que iban y venían por los caminos hacia Mazatepec...así, dejando de lado por un rato las pretensiones y las presiones de mi entorno, recordando lo sencillo que es disfrutar, sin aparentar, sin buscar razones escondidas, simplemente rodando en mi bicicleta, aceptando los regalos que mi planeta me ofrece a cada recodo del camino!
a rodar!
Ro
Como cualquier famosillo de farandula, fue hasta el ultimo momento que decidi la ruta (pero si avise eh?, que conste). Tomamos, la green y yo, ruta por el camino ancho hacia San Isidro, en este interludio me tome unos segundos para traerles este par de tomas de la Torre 1, Planillas, si la encuentran ahí en la punta del cerro, es que tienen buena vista...
Siguiendo el camino, cruza uno las inmediaciones del single track de "Vampiros", aunque hoy me segui por el "camino ancho" para evitar cualquier eventualidad... y bueno, conocí ese par de kilómetros que no habia rodado nunca amerito otro par de fotos chidas, segun yo:
Y luego, por esta ruta, uno sale del bosque... ahí desde afuera tomé este par de fotos... ojalá que como yo, disfruten al menos, un poco como yo disfruté esos momentos.
Sustanciosa rodada, disfrutando en compania del bosque, de una manada de vacas que me cedió el paso, algunas ardillas, un halconcillo que salió volando tan asustado como sorprendido lo ví yo, saludando a algunos camioneros que iban y venían por los caminos hacia Mazatepec...así, dejando de lado por un rato las pretensiones y las presiones de mi entorno, recordando lo sencillo que es disfrutar, sin aparentar, sin buscar razones escondidas, simplemente rodando en mi bicicleta, aceptando los regalos que mi planeta me ofrece a cada recodo del camino!
a rodar!
Ro
Wednesday, July 17, 2013
3 Torres se acercan
Se acerca la fecha en que algunos aventureros nos internaremos en el Bosque la Primavera. Muchos nos ven raro, o nos ven como gente que simplemente queremos sufrir, que es cumplir una manda o algo por el estilo.
No niego que es cansado, pero así son las cosas que valen la pena! Y yo, al menos de mi se que no lo hago porque quiero sufrir o porque no tengo nada que hacer un ese domingo. Un reto es una medida, y este es también un deseo, es un triunfo en potencia, es verse a sí mismo y descubrir de lo que somos capaces, que oh! generalmente uno descubre que es capaz de más de lo que creía mientras esta sentado frente al televisor o en una oficina, o conduciendo un carro en medio del tráfico.
Y me encantó como un buen resumen de todo lo que envuelve rodar las 3 Torres, el juego de palabras que se ve en el promocional que incluyo aqui abajo...
Así que ... a rodar!!!
No niego que es cansado, pero así son las cosas que valen la pena! Y yo, al menos de mi se que no lo hago porque quiero sufrir o porque no tengo nada que hacer un ese domingo. Un reto es una medida, y este es también un deseo, es un triunfo en potencia, es verse a sí mismo y descubrir de lo que somos capaces, que oh! generalmente uno descubre que es capaz de más de lo que creía mientras esta sentado frente al televisor o en una oficina, o conduciendo un carro en medio del tráfico.
Y me encantó como un buen resumen de todo lo que envuelve rodar las 3 Torres, el juego de palabras que se ve en el promocional que incluyo aqui abajo...
Así que ... a rodar!!!
Ro
Monday, July 15, 2013
Estacion Bicicleta va
En medio de
las malas noticias que parecen ser las preferidas de la radio, la televisión,
el periódico y cada vez más en los cafés y las charlas casuales, es bueno
disfrutar de muy gratas experiencias y saber de logros y pruebas de que
realmente el ser humano puede seguir pisando este planeta sin tener que
destruirlo. Es simplemente hacer las cosas bien, pensando en el futuro pero
siendo conscientes de nuestro presente. El domingo 14 de julio se celebró el
primer aniversario de Estación Bicicleta, resultado del esfuerzo de muchas
manos, de una idea clara de aprender a disfrutar del bosque y la naturaleza.
Y fue muy
grato poder compartir el festejo haciendo algo de lo que más me gusta, rodando.
Y más aun cuando la ruta de hoy era compartida con otros tantos que venían a
festejar a Estación Bicicleta. Varias familias, amigos conociéndonos y
compartiendo un poco del bosque, de nuestro bosque.
Aquí el grupo completo, desde los chicos hasta los grandes, mujeres, hombres, todos juntos! |
En acción, quién nos puede detener? |
Marijo y Armando, surcando la brecha! |
Hija y mamá, que mejor manera de compartir el domingo! |
Y algo más para
resaltar, paseando por la Glorieta, es encontrarse a otro ciclista, que sin más,
se ofreció a tomarnos una fotografía, con cada una de las 5 o 6 cámaras que llevábamos,
je je. Creo que bien merecía también ser inmortalizado ahí, en el bosque,
rodando, haciendo lo que tanto nos gusta… David Figueroa, ¿no es así? ¡Gracias!
Ro
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