Fue una gran hazaña, que si bien no concluyó según lo planeado, si cumplió con los cometidos. Disfrutamos de un reto de mas de 8 horas rodando, limpiando, caminando y cargando nuestras bicicletas. Surcamos cual saeta, el maravilloso bosque la Primavera justo cuando apenas despertaba a la mañana sabatina, alcanzamos alturas al trepar desde el pueblo el Tecúan hasta el poblado de Lagunillas, ya en el borde de la sierra de Tapalpa, a no mas de 10 kilómetros de Atemajac de Brizuela.
Pasamos junto a la presa de Valencia y la laguna de Villa Corona, disfrutamos de un exquisito desayuno a base de quesadillas y gorditas, complementando con una que otra galleta y un chocolate para agarrar energía.
Y lo mejor de todo, a mi parecer, disfrutamos de una compañía incomparable, ya quisieran Frodo y Sam haber tenido junto a ellos una comunidad de bicicletas como la que rodó por mi tierra con entereza, con alegría, con convicción, con compañerismo y con un gusto por compartir entre todos una experiencia que se quedara aquí por un buen rato.
Al final, no alcanzamos la meta original que era Tapalpa, nos faltaron unos 30 kms. Pero son la mejor excusa para repetir la hazaña, y volver a asumir el reto, sopesar lo que nos faltó o lo que nos sobro, como el lodo y las descomposturas... jeje. Pero sobre eso nos queda la convicción que destaca a los ciclistas, rodar y volver a rodar....
"El secreto es mantener la respiración" ... :)
ReplyDelete:) me encanto!!
ReplyDeleteFelicidades!! Se ve que fue una experiencia muy disfrutada por todos los que rodaron...